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| Algunos de los miembros de EducaféBilbao con Fernando Trujillo en la la sala Bilborock de Bilbao |
TEDxNerviónRiver ha celebrado en Bilbao el 15 de mayo un acto en torno a la serendipia ofreciendo la posibilidad de reflexionar sobre cómo esta ha influido en diferentes áreas del conocimiento humano siendo una fuerza de descubrimiento insospechada. Aunque la palabra no está incorporada en el diccionario de la RAE, entendemos por serendipia esos hechos fortuitos que llevan a un descubrimiento y hallazgo. Muchos de los mayores logros de la humanidad tienen como base un acto serendípico. Y serendípico fue que Fernando Trujillo acudiera a este acto precisamente en el primer aniversario de EduCaféBilbao nacido de un curso organizado por este profesor de la Universidad de Granada. Y allí estuvimos con él, siempre aprendiendo del maestro. Y disfrutando.
Fernando Trujillo comenzó su apasionante presentación preguntándose por qué hay un abandono escolar en España del 20 % en la ESO. Afortunadamente no sólo tenía preguntas sino también respuestas. Planteó un panorama actual de la enseñanza donde únicamente un 10% del gremio docente trabaja en el aula con estrategias adecuadas para el mundo actual capaces de lograr el éxito educativo. Estas estrategias son entre otras plantear retos al alumnado que sean capaces de resolver mediante el diálogo entre ellos. De ahí nacerá el verdadero aprendizaje, de generar destrezas para encontrar información, saber filtrarla, encontrar aliados que acompañen en la aventura de aprender, responder a preguntas, generar nuevas preguntas, transferir ese conocimiento a situaciones novedosas insospechadas, potenciar que los alumnos sean capaces de reflexionar, capaces de autoevaluarse.
El docente debe provocar la conexión de grupos heterogéneos rompiendo las estrategias sociales homofílicas (iguales con iguales) porque sólo en grupos de lazos débiles ocurrirá que el vacío de información que hay en la heterogeneidad genere la verdadera necesidad de comunicación. Y a partir de ahí salir, salir de la escuela para que la realidad se convierta en la fuente de información, de toma de datos, sondeos de opiniones para que se convierta la realidad en descubrimiento, y salir de la zona de confort mental. Muchos de estos docentes innovadores utilizan de forma intuitiva estrategias de profesiones creativos como el pensamiento visual, el scamper, diseño de prototipos… Lógicamente no se quedan aquí ya que aparece el último obstáculo que salvar: la evaluación. La evaluación castradora enfocada a la reproducción de contenidos será sustituida por una más iluminadora, transformadora que asegura el proceso de descubrimiento de nuestro alumnado.
¿Aquí se acaba todo? No, aquí comienza el reto colectivo para darle la vuelta a estas cifras actuales e intentar conseguir que el 90% de los docentes sean innovadores. Para ello hay que gamificar la profesión, creando narraciones épicas donde el docente se sienta a gusto y libre en su labor. Asumiendo retos diferentes pero también sabiendo que el error es una posibilidad. ¿Y ya está? No, la sociedad también tiene un papel extraordinario en la educación: apoyar a los docentes innovadores y entrar en las escuelas para aportar sus valores y sus experiencias de vida.
Esto fue lo que escuchamos y tod@s l@s educafeter@s allí presentes nos sentimos en paz. Otros ponentes resonaban en nuestros oídos todavía. La magnífica reflexión de Javier Capitán sobre la influencia de la tecnología en nuestras vidas. Diego Soroa que nos recordó que las personas somos como los átomos de carbono que dependiendo de cómo nos juntemos formamos un trozo de carbón o el más bello diamante. Juan Luis Polo explicó el concepto de lidertarios y la necesidad de errar para acertar cuando se innova. Y todos los demás. Una tarde enriquecedora para celebrar el primer aniversario de nuestra comunidad de aprendizaje. EduCaféBilbao.
Fotos del evento @Hautatzen
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